Viaje por los vía crucis vivientes de Guadalajara
- 01 Abr 2015
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Más allá de las procesiones, estos días de Semana Santa nos permiten contemplar otras tradiciones que unen lo artístico, escénico y religioso como son las Pasiones Vivientes.
En la provincia de Guadalajara contamos con varios municipios que acogen este tipo de representaciones en las que los vecinos se convierten en actores. Es más, casi el municipio entero se vuelca en la preparación y desarrollo de este acto de gran vistosidad y dramatismo.
Hiendelaencina
En Hiendelencina, la Pasión Viviente cumple este año su 43ª edición y está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Regional y se celebra cada Viernes Santo al mediodía.
La participación y soporte de los vecinos es imprescindible para que, año tras año, se desarrolle este vía crucis viviente que nació de la mano del párroco Bienvenido Larriba y del maestro Abelardo Gismera.
Ellos fueron quienes reunieron en una primera representación a un grupo de jóvenes que adaptaron los textos bíblicos con el habla más llana y popular de la zona y que hoy continúa representándose.
Previa confección del vestuario, ambientación y decoración, la Plaza Mayor acoge el vía crucis que culmina con la crucifixión en un pequeño cerro cercano y con el Alto Rey como telón de fondo.
Fuentelencina
La ultima cena, el huerto de los olivos, el juicio junto a Pilatos, el recorrido hacía la cruz, las caídas y la crucifixión son escenas que también se pueden contemplar en Fuentelencina, en este caso a partir de las nueve de la noche del Jueves Santo.
En total, 11 escenas que arrancan con la llegada de Jesús a Jerusalén.
La Plaza Mayor es escenario del Sermón a los discípulos mientras las escenas de pasión y la crucifixión tiene lugar junto a la ermita de la Soledad.
Albalate de Zorita
Por otro lado, en el municipio de Albalate de Zorita esta representación está considerada Fiesta de Interés Turístico Provincial y se celebra en la noche del Sábado Santo, transformando el municipio en una Jerusalén castellana.
Su peculiaridad son los cuadros estáticos que transportan al espectador a los parajes del Jerusalén en el que vivió Jesucristo.
Tres propuestas semejantes pero con sus particularidades propias que las convierten en citas destacadas en el calendario provincial.