Níscalos, setas de cardo y boletus para un otoño micológico
- 12 Sep 2014
- Visitas: 10270
Se abrió la veda. La veda micológica. Humanes, la sierra Norte, Guadalajara atesoran en sus montes una enorme riqueza en cuanto a la presencia de setas bien conocida por sus oriundos, pero también por madrileños, valencianos, catalanes…, que pueblan las cunetas en los meses de octubre y noviembre para disfrutar de una práctica relajante, natural y, por supuesto, gastronómica que se ha convertido en todo un ‘deporte’ en la provincia guadalajareña.
No habrá peleas. Sitio, y setas, hay para todos, siempre y cuando sigamos respetando la ética no reglada y, también, lo que la legislación marca sobre la recogida micológica. Y desde el Hotel Rural Victoria estamos estratégicamente situados para disfrutar de unos días de búsqueda.
Por estas latitudes lo que más abundante son dos manjares micológicos: los níscalos y las setas de cardo, aunque también se pueden encontrar trompetas de la muerte o boletus, entre otros. Pero claro, la clave está en hallar o en saber cuáles son los lugares más ricos en ambos. Y ya sabemos que los ‘seteros’ no suelen compartir con casi nadie este tipo de información.
El níscalo (lactarius deliciosus y lactarius sanguifluus) es una de las setas más comestibles y apreciadas en toda España. Tiene un color anaranjado y crece en pinates y bosques mixtos.
La seta de cardo (pleurotus eryngii) esté relacionada con el cardo corredor (borriquero) y es una de las especies más cotizadas por su sabor. Presenta un aspecto de varios tonos pardos. Suele ser abundante en zonas donde ha habido intensas precipitaciones y las temperaturas son suaves.
El boletus es un género de hongo con más de un centenar de especies distintas, siendo la más conocida y apreciada en la gastronomía la conocida como boletus edulis.
¿Cómo será esta temporada de setas? Sólo tú podrás descubrirlo. La Guadalajara más micológica te está esperando este otoño. Pero siempre con una máxima: respeta las normas establecidas para que el próximo año y las generaciones venideras puedan seguir disfrutando de esta práctica.